24.3.09

Lucas Marín

fuentelucas. Obras de Lucas Marín

por María Lightowler


Publicado en Hermano Cerdo N°24



Lucas Marín es un joven artista argentino, que presenta una producción de obra multifacética que incluye: pinturas, dibujos, fotografías, poemas, escritos y acciones y además desde 2006 dirige el espacio de arte Mapa Líquido.

Este texto es especial, cada texto lo es, porque cada artista es particular y nos muestra un modo de entender el mundo que es único e individual. Sin embargo, en esta ocasión, al hablar de la obra de Lucas Marín siento que hay una “especialidad” distinta, porque además de analizar su obra creo estar haciendo también una declaración muy personal de lo que para mí es hoy el arte o al menos lo que interpreto como “artista actual”, y espero utópicamente interpretar algún día. Una imagen de artista plural, múltiple, que analiza, critica, construye y produce, sin agotar su accionar a una sola actividad.

En su tesis titulada “Caja de Herramientas[1], una verdadera declaración conceptual sobre el procedimiento que utiliza para la creación de su mundo plástico, despliega seis ejes conceptuales que tienen su desarrollo y leyes propias.

Estos ejes pueden utilizarse en diferente orden, ya que no imponen jerarquías, y en cantidad diversa, porque no hay límite.

Como explica Marín “(…) funcionan como herramientas (...) para analizar procesos creativos de diferentes artistas o (…) como estructura de análisis (…)-agrego yo- de su propia obra.

Los 6 ejes/herramientas según los define el artista son:

Diapasón: esta herramienta es la que determina la afinación en la música, marca el patrón sonoro que va a ser el regente de todos los instrumentos. (…) Podemos pensar esta herramienta más allá de lo musical, como la que plantea un patrón estructural que va a regir en una obra.

Fuente: esta herramienta muestra un desarrollo de fluido como el líquido que brota de la fuente y que toma luego cauces propios. Al salir de la fuente (es decir de un solo punto) se ramifica por el terreno que recorre y se mezcla con los elementos de su propio recorrido espontáneo.

Sello: es el nombre que se le da tanto al objeto como a lo que imprime ese objeto sobre una superficie. Nombre de un objeto y un impreso. Una imagen y un texto.

Sellar es también unir con una materia dos o más elementos. (…).

Carro: es un invento del hombre que combina la tecnología (la rueda) con la capacidad de traslado. Es un objeto que puede cargar el bagaje cultural y también invadir o apropiarse de otras culturas. Un vehículo, un carro de guerra, un carromato ambulante, un objeto cultural móvil, que requiere de una atención del contexto y que muestra a su vez en su construcción su propia capacidad tecnológica ligada a su presente.

Trompo: este objeto se sostiene gracias a su falla. Gracias a su base inestable puede girar y en ese giro dibuja siempre un recorrido diferente. El dibujo que hace el trompo es siempre nuevo. En su movimiento parece borrar sus propios límites, muestra una faz cambiante.

Caja de herramientas: es el marco en el que se guardan las herramientas. El orden de las mismas es subjetivo y se adapta a las posibles operaciones que se pueden realizar.

Las herramientas tienen un vínculo directo con quien las usa y se amoldan a la mano del que las opera y la mano se amolda a las herramientas. La caja las junta y las traslada con la movilidad de lo portátil.

Escucho atentamente a Lucas mostrar ejemplos de la presencia de estas herramientas en obras paradigmáticas de la historia. Es interesante observar como cada artista construye su propio alfabeto para expresar un contenido que será interpretado por cada uno de nosotros a su vez con nuestro propio lenguaje.

De la caja de herramientas, tomo FUENTE como eje para analizar la obra de Lucas. La elección de este recurso no es caprichosa, me interesa porque manifiesta el fluido del accionar de Marín, que invade diversos campos que lo van llevando a sitios inesperados.

Este fluido además, no se limita a su propia cosmovisión sino que también invade al accionar del espectador y el movimiento de otros artistas que trabajan en su entorno, o forman parte de su proyecto de gestión en la galería Mapa Líquido.

De pronto en el transcurso de este texto, tomo conciencia como estoy también involucrada yo misma desde mi lugar de artista, en la propia obra de Lucas, y como la dimensión de las influencias a las que somos vulnerables es inabarcable e incapaz de ser medida.

El artista dice que “(…) Hay una sustancia común en todas estas formas de trabajar, cada lenguaje continúa lo que el otro deja inacabado (…)”, lo que nos hace pensar que este fluido es continuo, casi cíclico.

En la serie “Luz para llevar”, Marín fotografía objetos, muchas veces creados por él mismo, contenidos en una valija, que actúa las veces de CAJA DE HERRAMIENTAS. En el interior de esta “caja”, los objetos son introducidos en un cubo espejado, lo que genera la repetición continúa y casi infinita de la imagen del objeto. Aparece allí entonces el concepto de ficción, cuando perdemos la noción de cual es el objeto real y cual el virtual.

Este elemento a mi entender es vital en toda su producción. Por lo general siempre aparece el doble elemento virtual-real, y el artista constantemente nos obliga a re-mirar la obra para entender si lo que vemos está allí o es producto de lo que nuestra imaginación completó sobre lo observado.

Pienso que en cierto modo, podría haber utilizado para el análisis de la obra de Lucas, la herramienta CARRO, ya que esta dualidad virtual-real, a la vez que muy contemporáneo, es una reflexión que se remite casi al pensamiento platónico, y que es una constante en toda la historia del arte.

Se podría pensar que toda esta estructura teórica y conceptual que arma Marín en torno a su obra, nos brinda una organización cerrada e inamovible, de lectura unilineal. Sin embargo, cada eje desarrollado es tan abierto como orgánico, y eso hace que pueda manejarlos libremente, casi de manera lúdica. Incluso la aparición reiterada de los objetos que él mismo crea, en diferentes escenas de sus acciones registradas o sus fotografías, podría pensarse como una manifestación de este espíritu de constante cambio y continua re-reflexión que los ejes/herramientas conceptuales proponen.

Su obra es abierta, ya lo dijimos, el constante juego entre virtual y real, podría ser interpretado como patrón, como DIAPASÓN, pero cuando este se despliega a lo largo y ancho de su obra, también me hace pensar en FUENTE.

Me gusta articular estos recursos libremente, sintiendo que con las bases dadas por Lucas Marín, puedo crear propias para, incluso, leer su propia obra.

En los dibujos el artista deja que el fluir de la FUENTE se exprese libremente, generando como resultado formas abstractas con particulares estructuras. A veces sugerentemente etéreas.

En algún momento de la conversación con él, se menciona el concepto de Alquimia como estructural. Cuando observo las fotos donde el propio Lucas es protagonista y se evidencias los recursos que utiliza: su propio cuerpo, objetos construidos, el maquillaje, la ambientación, puedo imaginármelo como un antiguo hechicero que busca la transformación de la materia.

En el registro de las performances que mostramos aquí, se despliega de cierto modo todo el equipo que conforma la obra de Marín. Sus acciones incluyen la lectura de textos poéticos escritos por el propio artista. Este es un dato que no es menor, porque también se pone en evidencia la incapacidad del registro fotográfico de ser completo, ya que no podemos acceder al total de la información. A fin de cuentas siempre en la obra de Lucas Marín, tenemos que recurrir a nuestra imaginación para poder completar la obra.



Biografía

Lucas Marín nació en Mendoza, Argentina, en abril de 1974. Vive y trabaja en Buenos Aires, Argentina desde 1983. Es Licenciado en Artes Visuales del IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte), Estudió en la Escuela Municipal de “Manuel Belgrano”, la Escuela Nacional de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredón", y el Instituto Vocacional de Arte “Labardén”.

Realizó Clínica de obra y Arte Contemporáneo con Fabiana Barreda y asistió al Taller de Pintura de Juan Doffo. Cursó Seminarios de Dibujo con Ernesto Pesce y Alejandro Boim y estudió escultura con Juan José Cano y Pintura con Osvaldo Pellegrini. Concurrió también al taller de poética con Alberto Muñoz

Ganó diversos premios y menciones y expone en el país desde 1993, exhibiendo su obra plástica y sus performances que incluye la lectura depoesías de su autoría. Actualmente se desempeña como docente, montajista profesional en galería y museos y es director del espacio de arte Mapa Líquido.




[1] (IUNA, Buenos Aires, 2005/2006)

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